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Si alguna vez has sentido curiosidad por el universo, por cómo funcionan las cosas, o simplemente has querido revivir esa chispa de asombro que nos conecta con el conocimiento, la Casa de las Ciencias de A Coruña es tu sitio. Y lo digo con toda la autoridad que me da haber crecido visitando este lugar mágico una y otra vez, descubriendo siempre algo nuevo.
Hoy quiero compartirte mi experiencia con este museo tan especial y explicarte por qué merece una visita si estás en A Coruña (o incluso si no estás cerca, porque créeme, vale el viaje).
Ubicada en el Parque de Santa Margarita, este palacete octogonal es un templo de la ciencia interactiva. Desde su inauguración en 1985, este museo ha estado dedicado a algo muy particular: hacer que la ciencia sea emocionante y accesible para todos. Es el primero de los tres Museos Científicos Coruñeses, junto con la Domus y el Aquarium Finisterrae, formando una trilogía impresionante para los amantes del conocimiento.
Cuando entras, lo primero que te atrapa es el impresionante Péndulo de Foucault en la planta baja. Este dispositivo no solo es bonito de ver, sino que demuestra algo tan profundo como la rotación de la Tierra. En mi infancia, pasaba largos minutos observándolo y pensando: “Así que esto es cómo gira nuestro planeta”. Más tarde descubrí el planetario, situado en la cúpula del edificio. Es ahí donde, literalmente, viajas por el cosmos.
La Casa de las Ciencias tiene una filosofía única: aquí no solo se permite tocar las exposiciones, se fomenta. Este enfoque interactivo me enseñó que la ciencia no es algo abstracto o inaccesible, sino algo que puedes sentir, probar y experimentar. Desde módulos donde exploras fenómenos físicos, hasta incubadoras donde puedes ver cómo nacen polluelos de gallina en vivo (¡te juro que eso marcó mi infancia!), cada rincón tiene algo que te invita a interactuar.
Si eres un apasionado de la astronomía, el planetario es imperdible. Allí puedes aprender a reconocer constelaciones, entender los movimientos de los planetas y dejarte llevar por las simulaciones del universo. Además, suelen programar sesiones específicas para los más pequeños, haciendo que incluso los más jóvenes se enganchen con los misterios del cosmos.
Te cuento algo curioso: el edificio de la Casa de las Ciencias era originalmente un palacete abandonado en el Parque de Santa Margarita. Fue rehabilitado para transformarse en este museo emblemático, diseñado para despertar la curiosidad científica en todas las edades.
El proyecto fue idea de Ramón Núñez Centella, quien dirigió el museo hasta 2008. Su visión de un lugar que acercara la ciencia al público ha sido tan exitosa que otros centros en España se inspiraron en este modelo. Incluso Umberto Eco describió la Casa de las Ciencias como "el museo más formidable del mundo". ¡Y no es para menos!
La experiencia se distribuye en varias plantas, cada una con algo especial que ofrecer:
Cuando era niño, cada visita a la Casa de las Ciencias era una aventura. Recuerdo perfectamente el día que vi nacer un pollito en la incubadora. Era un grupo escolar, pero a mí no me importaba que mis amigos estuvieran más interesados en bromear; yo estaba hipnotizado. Desde entonces, la ciencia no solo era algo de libros, sino algo vivo.
Otro momento que marcó mi adolescencia fue asistir a una sesión nocturna en el planetario. Allí, el guía explicó las constelaciones visibles en el cielo gallego en verano. Salí de allí con una aplicación de mapas estelares en mi móvil y la costumbre de mirar al cielo cada vez que podía.
La Casa de las Ciencias no es solo un museo, es una experiencia educativa y emocionante. Tanto si vas solo, con amigos o en familia, siempre hay algo que aprender y disfrutar. Es un lugar que me enseñó a mirar más allá, a hacer preguntas y a buscar respuestas. Y no soy el único: cada año, miles de personas, desde escolares hasta turistas, pasan por aquí y salen con una sonrisa.
Así que, si tienes la oportunidad, no lo dudes más. Ven a descubrir cómo se mueve la Tierra, cómo nacen los pollitos, y qué secretos guarda el cielo estrellado.
Las facultades abarcan diversas disciplinas académicas y campos de estudio, abriendo puertas hacia nuevas perspectivas y explorando diferentes esferas de sabiduría en un mundo en constante evolución.
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