Este sitio web utilizó cookies para mejorar tu experiencia de usuario. Utilizamos cookies propios y de terceros para mejorar nuestros servicios relacionados con tus preferencias, mediante el análisis de tus hábitos de navegación.En caso de que rechaze las cookies no podremos asegurarle el correcto funcionamiento de las distintas funcionalidades de nuestra página web.Despues de aceptar, no volveremos o mostrarte este mensaje. El encargado del tratamiento es Educa University, B.V Puede cambiar su configuración u obtener mós información en Política de Cookies
El responsable del tratamiento es Educa University, B.V
Educa UNIVERSITY|ART AND ARCHITECTURE
Bien, si llegaste hasta aquí buscando información sobre el Museo de Bellas Artes de Bilbao, déjame decirte que estás en el lugar correcto. No soy de esos que te van a llenar la cabeza con datos aburridos. No. Aquí te cuento lo que necesitas saber, pero con un toque más... personal, desde mi propia experiencia.
Antes de que te desvíes pensando en el Museo Guggenheim, el gigante de titanio que roba las miradas en Bilbao, déjame recordarte algo: el Museo de Bellas Artes de Bilbao fue primero. Y no, no lo digo para restar mérito al Guggenheim, que también me encanta, pero el Museo de Bellas Artes tiene ese aire de tradición, de historia bien cuidada que vale la pena destacar.
Este museo abrió sus puertas en 1914, cuando Bilbao era una ciudad en pleno crecimiento. Más de 6.000 obras forman su colección, ¡una barbaridad! Y aquí no hablamos solo de cuadros, sino también de esculturas y grabados. Lo más interesante es cómo en sus salas encuentras arte que va desde el siglo XII hasta el arte contemporáneo. Algo que no muchos museos pueden presumir.
A lo largo de los años he tenido la suerte de visitar museos en diferentes partes del mundo, pero el Museo de Bellas Artes de Bilbao siempre me ha fascinado por la calidad y variedad de sus obras. No solo me refiero a las pinturas de Goya, El Greco o Zurbarán, sino también a los artistas locales, como el gran Ignacio Zuloaga o los hermanos Zubiaurre. Estos pintores vascos, si aún no los conoces, tienen un estilo único que refleja el carácter y la cultura de la región.
¿Te gustan los clásicos europeos? Perfecto, porque también encontrarás obras de Paul Cézanne, Gauguin y Van Dyck, entre otros. La verdad, cuando te paras frente a sus piezas, puedes sentir cómo te absorben, transportándote a otros tiempos y lugares. ¡Casi como si estuvieras ahí!
Y si te gusta la escultura, no puedes perderte las obras de Eduardo Chillida, que es un peso pesado en el arte vasco. Sus trabajos en hierro y hormigón son increíbles, y el museo tiene algunas de sus piezas más icónicas. Chillida es conocido por sus formas abstractas y cómo juega con los materiales para crear algo que parece casi... vivo.
No me malinterpretes, el Museo Guggenheim tiene su encanto, pero el Museo de Bellas Artes de Bilbao tiene algo más cercano, más real. Es un lugar donde puedes sentir el peso de la historia en cada sala, pero de una forma que no te abruma. La primera vez que lo visité fue en mi juventud, cuando apenas empezaba a interesarme por el arte. Recuerdo caminar por sus salas y quedarme atónito frente a algunas de sus obras.
Por ejemplo, "Bañistas" de Cézanne me dejó sin palabras. La forma en la que utiliza el color y la luz es simplemente brillante. Y, claro, me impactó ver cómo obras tan importantes estaban aquí, tan accesibles, tan cercanas. Esa es la clave del Museo de Bellas Artes: acercarte al arte, sin grandilocuencias, pero con muchísimo contenido.
Una de las cosas que a veces pasa desapercibida es la propia arquitectura del museo. Está ubicado en el Parque de Doña Casilda, un lugar con encanto, lleno de árboles y tranquilidad. Y aunque su fachada no grita "moderno", tiene una elegancia clásica que lo convierte en una joya arquitectónica. El edificio mezcla lo neoclásico con lo moderno, algo que se nota especialmente tras las renovaciones que ha tenido a lo largo de los años.
Algo que me encanta de este museo es que siempre está en movimiento. No se ha quedado anclado en el pasado. Constantemente hay exposiciones temporales que te permiten descubrir nuevos artistas o reinterpretar los clásicos. Hace poco tuve la oportunidad de asistir a una muestra sobre el modernismo en Bilbao que fue, literalmente, una pasada. Ves cómo la ciudad y el arte han evolucionado juntos, desde sus raíces industriales hasta lo que es hoy: un epicentro cultural.
Además de las exposiciones, el museo también ofrece actividades y talleres educativos. ¡Perfecto para ir con la familia! Incluso si no eres un experto en arte, aquí te sentirás bienvenido. Desde programas de visitas guiadas hasta charlas y talleres, el Museo de Bellas Artes de Bilbao es un espacio donde el arte se vive, no solo se observa.
Si vas a visitarlo, te dejo un par de tips que me han servido a lo largo de los años:
Las facultades abarcan diversas disciplinas académicas y campos de estudio, abriendo puertas hacia nuevas perspectivas y explorando diferentes esferas de sabiduría en un mundo en constante evolución.
Aviso Legal • Condiciones de Matriculación • Política de Privacidad • Política de Cookies• Copyright @ 2024 • Educa University
Powered by