¿Qué es un emprendedor?

¡Ah, el emprendedor! Esa figura mítica que parece tener poderes para convertir ideas en realidad y vencer obstáculos como si fuera algo natural. Pero, ¿qué es realmente un emprendedor? Te lo cuento yo, Rubén Águila, con más de 20 años dando vueltas en el mundo del emprendimiento, creando, fallando y aprendiendo. Ser emprendedor no es solo "montar un negocio", es algo mucho más profundo y apasionante.

El Emprendedor: Más que un simple empresario

Lo primero que tienes que entender es que ser emprendedor no es lo mismo que ser empresario. Aunque ambos términos a veces se usan indistintamente, no significan lo mismo. Un empresario gestiona un negocio que ya está en marcha, mientras que un emprendedor ve una oportunidad donde otros ven problemas, asume riesgos y, a partir de la nada (o casi nada), pone en marcha algo que puede cambiar su vida, la de otros, y si tiene suerte, ¡el mundo entero!​.

¿Suena épico? Pues lo es... y también agotador, porque no todo es glamour y éxito inmediato. Te lo digo por experiencia, porque lo que nadie te cuenta es que en este camino, un día estás en la cima y al siguiente te preguntas cómo vas a pagar las facturas.

El ADN del emprendedor: ¿Nacen o se hacen?

Aquí surge una pregunta que muchos me han hecho: ¿Rubén, el emprendedor nace o se hace? Pues bien, mi respuesta es una mezcla de ambas cosas. Naces con ciertas características, como la curiosidad, la creatividad y las ganas de romper esquemas, pero también te haces en el camino. Porque créeme, emprender te obliga a aprender, adaptarte y mejorar en tiempo récord. Y no, no todos lo logran.

Desde mi experiencia, he visto que los emprendedores exitosos comparten ciertas características clave:

1. Pasión sin límites: Si no amas lo que haces, te será casi imposible mantenerte en pie cuando las cosas se pongan feas (que se pondrán, créeme).
2. Capacidad para tomar riesgos: No hablo de saltar sin mirar, hablo de riesgos calculados. Los buenos emprendedores saben que siempre hay algo en juego, pero también saben que quedarse quietos no es opción​(.
3. Creatividad y visión: Donde otros ven problemas, tú ves soluciones. Si no tienes esta capacidad, será difícil que llegues lejos.
4. Perseverancia: El no rendirse es casi una religión para un emprendedor. Vas a fallar, y fallarás mucho, pero la clave es levantarte una y otra vez​(.

Los diferentes tipos de emprendedores

No todos los emprendedores son iguales, hay muchos tipos de emprendedores. Algunos son innovadores natos, otros se centran más en lo práctico. Aquí te dejo los más comunes, para que veas en qué categoría caes tú o la persona que tienes en mente:

• Innovadores: Son los que tienen ideas frescas y disruptivas, y muchas veces son los que terminan cambiando industrias enteras​(.
• Buscavidas: Estos no tienen miedo de empezar con poco. Se lanzan a la aventura con lo que tienen y, poco a poco, van construyendo su imperio​(.
• Imitadores: No todos tienen que ser visionarios. Algunos encuentran un producto o servicio existente y lo mejoran. Y sí, ¡esto también es emprender!​(.

El lado oscuro del emprendimiento (que nadie te cuenta)

Muchos hablan del glamour de ser tu propio jefe, pero la verdad es que el camino del emprendimiento está lleno de obstáculos, y no te lo van a contar en las charlas motivacionales.

El miedo al fracaso es algo que tendrás que enfrentar cada día. Pero la clave está en convertir ese miedo en motivación. De los muchos errores que he cometido a lo largo de mi carrera, uno de los peores fue no hacer un buen plan de negocio al principio. ¿Resultado? Dinero perdido, tiempo malgastado y, lo peor, la sensación de no tener el control​.

¿Qué debe hacer un buen emprendedor?

Aquí van algunos consejos prácticos que he aprendido en el campo de batalla:

1. Planea, pero no te obsesiones: Un buen plan es crucial, pero ten en cuenta que todo puede cambiar en cualquier momento.
2. Escucha a tus clientes: No subestimes lo importante que es saber lo que tus clientes piensan y necesitan. Muchas veces, la mejor idea de negocio es la que nace de escuchar.
3. Rodéate de gente mejor que tú: No tienes que saberlo todo, pero sí necesitas un equipo que te complemente y te ayude a avanzar​(​(.

Al final del día, ser emprendedor es un viaje apasionante, pero también lleno de desafíos. Si decides embarcarte en esta aventura, prepárate para el trayecto más emocionante de tu vida. ¿Será fácil? No. ¿Valdrá la pena? Absolutamente.

Así que, si después de leer esto sientes esa chispa dentro, esa que te dice que podrías crear algo grande, hazme caso: lánzate, pero hazlo con cabeza. El mundo está lleno de oportunidades esperando a ser descubiertas... por alguien como tú.