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Cuando pienso en la Formación Profesional (FP), no puedo evitar sonreír y recordar cuántas veces me ha sacado de apuros y me ha abierto puertas que no sabía ni que existían. La FP no es solo una alternativa a la universidad, es un camino directo a la empleabilidad, y lo digo con conocimiento de causa.
Para quien no esté muy familiarizado, la Formación Profesional es un conjunto de programas educativos que preparan a los estudiantes para ejercer una profesión específica. Su objetivo es claro: proporcionar competencias prácticas y teóricas directamente aplicables al mercado laboral. Lo que muchos no saben es que España ha trabajado mucho para actualizar este sistema, que ha evolucionado considerablemente desde sus orígenes en la década de los 70.
En su primera versión, la FP era vista con cierto desprecio. Se centraba más en adiestrar que en capacitar profesionalmente, y las empresas no colaboraban lo suficiente. Sin embargo, eso cambió en los 90 con la reforma educativa de la LOGSE, que acercó la FP a las necesidades reales del mercado.
De joven, yo era un estudiante que no veía el propósito de las clases teóricas interminables. Decidí probar suerte en un programa de Formación Profesional, y ¡menuda diferencia! Me enseñaron cosas que podía aplicar al instante. Desde soldadura hasta diseño mecánico, cada clase me daba herramientas útiles para el mundo real. No solo aprendí a hacer algo, aprendí a trabajar.
En un par de años, ya estaba en una empresa local de ingeniería, trabajando codo a codo con profesionales que valoraban mis conocimientos técnicos. Y aquí viene lo interesante: muchos de mis compañeros universitarios no encontraron trabajo hasta después de graduarse, mientras que yo ya estaba ganando experiencia laboral. ¡Bingo!
Te cuento una cosa: la FP es práctica, directa y útil. Si te has cansado de tanta teoría y libros sin fin, esta es tu salida. Aquí te dejo algunas ventajas claras que he visto a lo largo de los años:
Pero ojo, no todo es un camino de rosas. A lo largo de mi vida, he visto cómo la FP ha tenido que luchar contra algunos estigmas. Todavía existe la idea de que la FP es para aquellos que no “dan la talla” en la universidad, lo cual no podría estar más lejos de la realidad.
Lo que me parece curioso es que, en muchos países europeos, la FP es incluso más prestigiosa que una carrera universitaria, sobre todo en sectores técnicos. En España, estamos empezando a darnos cuenta de su verdadero valor, pero aún queda camino por recorrer.
Hoy en día, la FP abarca una amplia variedad de campos, como:
Cada una de estas áreas ofrece una formación especializada, y en muchos casos, la opción de continuar formándote con cursos adicionales o pasar a la universidad si lo deseas.
Una de las mejoras más significativas que he visto en los últimos años es la creación de Centros Integrados de Formación Profesional (CIFP). Estos centros no solo imparten FP básica, media y superior, sino que también colaboran directamente con las empresas para mejorar la empleabilidad del alumnado.
En mi experiencia, los CIFP son lugares donde realmente se respira innovación. ¿Sabías que muchos de estos centros participan en proyectos de innovación con empresas locales? Es un win-win: los estudiantes aprenden tecnologías de vanguardia y las empresas obtienen empleados capacitados.
Además de la FP reglada, existe la Formación Profesional para el Empleo (FPE). Este tipo de formación está dirigida principalmente a trabajadores en activo o desempleados, y su objetivo es mejorar la empleabilidad. Aquí me tocó a mí volver a las aulas después de unos años en el mercado laboral. ¿Por qué? Porque la tecnología cambia y, si no te actualizas, te quedas atrás.
Gracias a un curso de FPE, logré ponerme al día con las nuevas tecnologías de diseño asistido por ordenador. Este tipo de cursos son una gran oportunidad para reciclarse o aprender nuevas competencias sin tener que volver a la educación formal.
La FP sigue evolucionando. Hoy, estamos viendo una tendencia hacia la digitalización y la automatización, lo que significa que las áreas de tecnologías de la información y electrónica seguirán en auge. Si estás pensando en estudiar FP, te animo a que consideres sectores con alta empleabilidad.
Si algo he aprendido de mi experiencia con la Formación Profesional, es que se trata de una vía de formación que abre puertas a carreras sólidas y gratificantes. No importa cuál sea tu interés, la FP tiene algo para ti. Olvídate de los estigmas, invierte en lo práctico y funcional. Te garantizo que será una de las mejores decisiones que puedas tomar.
Las facultades abarcan diversas disciplinas académicas y campos de estudio, abriendo puertas hacia nuevas perspectivas y explorando diferentes esferas de sabiduría en un mundo en constante evolución.
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