Este sitio web utilizó cookies para mejorar tu experiencia de usuario. Utilizamos cookies propios y de terceros para mejorar nuestros servicios relacionados con tus preferencias, mediante el análisis de tus hábitos de navegación.En caso de que rechaze las cookies no podremos asegurarle el correcto funcionamiento de las distintas funcionalidades de nuestra página web.Despues de aceptar, no volveremos o mostrarte este mensaje. El encargado del tratamiento es Educa University, B.V Puede cambiar su configuración u obtener mós información en Política de Cookies
El responsable del tratamiento es Educa University, B.V
Educa UNIVERSITY|BUSINESS
Hola, soy Amadeo Pérez, un tipo que ha pasado más de una década jugando al "Juego de las Startups". He visto empresas volar alto y otras estrellarse antes de levantar el vuelo. Y en cada uno de esos viajes, ha habido una constante: la financiación en serie.
Así que agárrate, porque te voy a contar, desde mi experiencia y con brutal honestidad, qué demonios es esto de las startup serie y cómo puede cambiarlo todo (para bien o para mal) en tu negocio.
Una startup no se convierte en el próximo unicornio con un simple "abrir y cerrar de ojos". Para llegar a ese soñado IPO (Oferta Pública de Venta) o venderla por millones, la mayoría necesita inyecciones de dinero fresco. Aquí es donde entran las rondas de financiación o series. Básicamente, cada serie (A, B, C, y así hasta Z, si hace falta) representa un ciclo de inversión en el que tu empresa recibe capital a cambio de participación accionaria.
Vamos por partes:
Cuando ya has demostrado que tu negocio tiene algo de tracción y no es solo humo y espejos, puedes aspirar a una Serie A. En esta etapa, el foco está en probar el modelo de negocio y mostrar a los inversores que tu empresa tiene potencial para ser grande. Aquí es donde los capitalistas de riesgo (VCs) se interesan por ti, dispuestos a soltar entre 2 y 15 millones de dólares, si demuestras que vales la pena.
Pero ojo, este dinero no es gratis. Al aceptar la inversión, estás diluyendo tu propiedad en la empresa, y eso, amigo mío, es una espada de doble filo. Cuanto más grande sea el cheque, menos tuya será la empresa. A cambio, tienes que crecer rápido y furioso para cumplir con las expectativas.
Si has sobrevivido a la Serie A y los inversores no te han arrancado la cabeza, entonces estarás listo para la Serie B. Aquí, la cosa se pone seria. Los inversores esperan que escales: más usuarios, más mercados, más equipo... ¡más de todo! Las cantidades que puedes levantar en esta etapa rondan entre los 10 y 30 millones de dólares.
¿El precio? Más participación para los inversores y una presión brutal para alcanzar el próximo nivel. Aquí ya no vale con pequeñas mejoras; tienes que reventar el mercado y mostrar que puedes ser el próximo Spotify o Airbnb.
Para cuando llegas a la Serie C, ya no eres un novato. Has demostrado que tu negocio no solo es viable, sino que tiene la capacidad de comerse el mundo. ¿Cuánto levantas aquí? Pues podrías estar hablando de decenas, si no cientos, de millones de dólares. En esta etapa, los inversores que entran ya no son solo VCs, sino fondos de capital privado, hedge funds y otros grandes jugadores financieros que apuestan fuerte por tu crecimiento.
El objetivo es expandirse globalmente, adquirir otras empresas y preparar el terreno para una salida gloriosa: un IPO o una venta multimillonaria. Pero cuidado, porque también hay un lado oscuro: los inversores están buscando una estrategia de salida. Quieren su dinero de vuelta (y con intereses). Así que tendrás que jugar al ajedrez financiero como nunca antes.
Si llegas a una Serie D o E, o estás cerca de hacerte público o algo ha ido mal en el camino. A veces, empresas que no alcanzan sus metas en la Serie C necesitan más capital para reajustar el rumbo. En otras, es simplemente una forma de dar un último empujón antes de lanzar tu IPO.
Ahora, permíteme ser brutalmente honesto contigo: cada nueva serie significa más dilución de tu participación y más presión para cumplir con las expectativas de tus inversores. Si no manejas bien la cosa, puedes terminar siendo un extra en tu propia película.
Mira, te voy a contar algo que no leerás en ningún blog optimista de startups. Cuando empecé con mi primera empresa, no sabía nada sobre Series de financiación. Todo parecía genial, hasta que llegaron los primeros VC. Pensé que me estaban salvando, pero la realidad es que me estaban comprando. Al principio es dinero fácil, sí. Pero luego, cuando te das cuenta de que ya no eres el único que toma las decisiones... ahí empieza el verdadero infierno.
Te lo digo desde la experiencia: siempre ten un plan para no depender del capital externo por siempre. Los inversores son geniales cuando todo va bien, pero si algo sale mal, te darán la espalda en un abrir y cerrar de ojos. Y entonces estarás solo, cargando con las expectativas que ellos pusieron sobre ti.
Por eso, cuando llegué a mi tercera empresa, decidí ser más cuidadoso. Elegí inversores que, además de dinero, aportaran valor real. Gente que entendiera mi visión y no solo quisieran un retorno rápido. Y ¿sabes qué? Eso marcó la diferencia.
Las startup serie pueden ser tu trampolín al éxito o tu boleto directo al desastre, dependiendo de cómo manejes las expectativas, las presiones y, lo más importante, tu participación en la empresa. Antes de lanzarte a por millones de dólares, asegúrate de tener una visión clara, un equipo fuerte y una estrategia que no dependa solo de los fondos externos.
Las facultades abarcan diversas disciplinas académicas y campos de estudio, abriendo puertas hacia nuevas perspectivas y explorando diferentes esferas de sabiduría en un mundo en constante evolución.
Aviso Legal • Condiciones de Matriculación • Política de Privacidad • Política de Cookies• Copyright @ 2024 • Educa University
Powered by