Nutricionistas: Mucho más que simples creadores de dietas

A lo largo de mi vida, he tenido el "privilegio" de cruzarme con nutricionistas en varias ocasiones. Algunos mejores que otros, claro. Y la realidad es que los nutricionistas son una parte fundamental de nuestro bienestar, aunque, muchas veces, no lo veamos hasta que estamos en problemas. Pero no te preocupes, que hoy te cuento qué hacen realmente estos profesionales y por qué su papel es más importante de lo que parece.

¿Qué es un nutricionista?

Un nutricionista es un especialista en salud que se dedica a evaluar, diagnosticar y tratar problemas relacionados con la nutrición y la alimentación. Su rol va mucho más allá de decirte si debes comer más o menos ensalada. No. Su misión es diseñar planes personalizados que te ayuden a mejorar tu salud, prevenir enfermedades e incluso gestionar situaciones complejas como la diabetes o el cáncer.

Pero claro, un nutricionista no es un mago. Si tú sigues comiendo pizza todos los días y no haces caso de sus recomendaciones, la magia no ocurrirá.

Mi experiencia personal con los nutricionistas

A lo largo de los años, he trabajado con varios nutricionistas. El primero, si soy honesto, me cayó fatal. Me hizo sentir como un niño regañado: “¡No comas eso! ¡Más verduras!”. Qué original, ¿no? Pero después entendí que hay una diferencia brutal entre un buen nutricionista y alguien que solo sigue una lista de pautas genéricas.

Un verdadero nutricionista, uno de esos que sabe lo que hace, no te da solo una lista de alimentos permitidos y prohibidos. No. Te educa. Te ayuda a entender qué pasa en tu cuerpo y cómo ciertos alimentos pueden hacer que te sientas mejor (o peor). ¡Y eso cambia todo!

¿Qué puede hacer un nutricionista por ti?

Primero que todo, no todos los nutricionistas son iguales. Hay especialistas para cada necesidad. Por ejemplo:

Nutricionista clínico: Trabajan con pacientes que tienen problemas de salud específicos, como diabetes, enfermedades cardíacas o problemas renales​.

Nutricionista deportivo: Si te dedicas a hacer deporte, este especialista ajustará tu dieta a tu entrenamiento. Créeme, los suplementos que te recomendaba tu colega del gimnasio no son nada comparados con lo que puede hacer un buen plan de nutrición​

Nutricionista pediátrico: Este tipo de profesional cuida de la alimentación de los más pequeños, asegurándose de que crezcan sanos y fuertes. ¡Parece fácil, pero no lo es! Un error en la nutrición infantil puede tener consecuencias graves​.

Nutricionista perinatal: Aquí hablamos de la salud de mujeres embarazadas o en proceso de lactancia. No se trata solo de comer por dos; se trata de que lo que comes realmente nutra a tu bebé.

Nutricionista oncológico: En casos de cáncer, la nutrición juega un rol vital. Este tipo de especialistas se encargan de ajustar las dietas para ayudar en la recuperación del paciente​

¿Por qué deberías considerar ver a un nutricionista?

La mayoría de la gente piensa que acudir a un nutricionista es algo innecesario. Total, ¿quién no sabe lo que es comer sano, no? Pues… resulta que no lo tenemos tan claro. Un nutricionista no solo te va a ayudar a bajar de peso o a verte bien en verano. Te va a enseñar a comer para que te sientas bien. Y eso, amigo, es algo que vale oro.

Un buen nutricionista puede hacer que:

• Mejores tu salud intestinal (ese maldito malestar después de comer... ¡puede desaparecer!).
• Optimices tu energía (¿esa pereza constante? A veces es cuestión de mala alimentación).
• Prevengas enfermedades que te podrían joder la vida (diabetes, hipertensión… tú ya sabes).

La primera consulta: ¿Qué esperar?

Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Cuando vas a un nutricionista por primera vez, no es solo para que te pesen y te digan cuánto sobrepeso tienes (aunque también lo hacen, claro). Un buen nutricionista va mucho más allá. Se trata de entender tu estilo de vida, tus hábitos y tus metas.

En mi primera consulta, la nutricionista me hizo preguntas que jamás pensé que me harían. “¿Cómo te sientes después de comer X alimento?”, “¿Cuánto tiempo tardas en tener hambre después de desayunar?”. Me di cuenta de que no se trataba solo de lo que comía, sino de cómo me afectaba lo que comía.

¿Qué hay detrás del éxito de los nutricionistas?

Al final del día, lo que un nutricionista hace bien es darte las herramientas para que tú mismo puedas tomar mejores decisiones. No están ahí para ser tu madre (aunque a veces se siente así, lo admito). Están ahí para enseñarte.

Y por supuesto, cuando empiezas a ver los resultados —menos hinchazón, más energía, mejores análisis de sangre— te das cuenta de que su trabajo va mucho más allá de contarte las calorías que consumes al día.

¿Vale la pena invertir en un nutricionista?

Si me preguntas a mí, la respuesta es un rotundo sí. Es una inversión en tu salud y en tu calidad de vida. Lo que pagas hoy, lo verás de vuelta en más años de vida saludable, menos visitas al médico y una mejor relación con la comida. No se trata de gastar menos en el supermercado; se trata de ganar más vida.

Entonces, la próxima vez que pienses que un nutricionista no te hace falta, párate frente al espejo, pregúntate cómo te sientes y si podrías sentirte mejor. Ahí está la respuesta.