Educación en el Gobierno de Canarias: Experiencia y Análisis Personal

Hablar sobre el sistema educativo del Gobierno de Canarias es sumergirse en un tema que me ha acompañado a lo largo de mi vida. He sido tanto estudiante como observador, viviendo de cerca los cambios, mejoras y dificultades que han moldeado la educación en estas islas.

Desde el punto de vista de alguien que ha experimentado este sistema, puedo afirmar que la educación en Canarias no es solo un tema de políticas públicas, sino de realidades sociales, económicas y culturales. A continuación, voy a desglosar cómo este sistema funciona, sus desafíos y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo, siempre desde la perspectiva de quien lo ha vivido en carne propia.

El Contexto del Sistema Educativo Canario

Para entender el sistema educativo de Canarias, primero debemos situarnos en el contexto general de las islas. Canarias tiene una realidad socioeconómica que condiciona enormemente la educación. La distancia con la península y su situación geográfica, lejos del continente europeo, hace que el acceso a recursos y oportunidades educativas no sea tan sencillo.

Uno de los grandes retos del Gobierno de Canarias ha sido siempre garantizar una educación de calidad, accesible para todos los estudiantes, independientemente de su localización. Y, aunque se han hecho avances notables, como la implementación de la educación gratuita para los niños de 0 a 3 años o la mejora de las ratios profesor-alumno en ciertas etapas, el camino no ha sido fácil.

Políticas y Cambios Recientes

En los últimos años, hemos visto cómo los gobiernos han tratado de adaptar el sistema educativo a las necesidades de la sociedad canaria. Por ejemplo, bajo la administración de Ángel Víctor Torres, se impulsó la educación de dos años, algo que ha tenido un impacto positivo en la preparación temprana de los niños para el colegio.

Además, las nuevas coaliciones gubernamentales, como el reciente acuerdo entre Coalición Canaria (CC) y el Partido Popular (PP), han prometido mejorar la Formación Profesional (FP) y atender de forma más eficaz a los alumnos con necesidades específicas (NEAE)​. Esto es clave porque la diversidad educativa es una realidad tangible en las aulas canarias.

La atención a la diversidad no solo se queda en promesas. Se han potenciado las plantillas de profesorado especializado y mejorado las ratios de orientadores en primaria, elementos que son fundamentales para garantizar que ningún alumno se quede atrás. Sin embargo, uno de los problemas persistentes es la financiación educativa. Aunque la ley exige que se destine el 5% del PIB a la educación, este objetivo aún no se ha alcanzado plenamente​.

Retos y Avances en la Educación en Canarias

Pese a los avances, aún persisten ciertos desafíos. La brecha digital, evidenciada durante la pandemia, es uno de ellos. Muchos estudiantes, especialmente en zonas rurales, no tienen el mismo acceso a las herramientas digitales que sus compañeros de áreas más urbanas.

Otro reto importante es el fracaso escolar, que ha sido un tema de análisis en varios informes del Consejo Escolar de Canarias​. Aunque el abandono escolar temprano ha disminuido notablemente en los últimos años, todavía existe un número significativo de estudiantes que no logran completar su educación secundaria.

Por otro lado, también es importante destacar que la cantera de docentes en Canarias ha mejorado en los últimos años, con más estabilización de plantillas y un mayor apoyo sindical. Este aspecto es fundamental para que el sistema educativo siga avanzando.

El Futuro de la Educación en Canarias

¿Qué depara el futuro para la educación en Canarias? En mi experiencia, el futuro pasa por continuar apostando por la digitalización de las aulas, garantizar la equidad educativa en todas las islas y seguir mejorando la formación del profesorado. La Formación Profesional también jugará un papel fundamental para preparar a los jóvenes canarios para el mercado laboral, especialmente en sectores emergentes como la tecnología y la sostenibilidad​.

El Gobierno de Canarias tiene una oportunidad de oro para consolidar su sistema educativo, pero necesita seguir enfrentando los desafíos con valentía. La educación debe ser el pilar fundamental para el desarrollo de las islas y la clave para un futuro más justo y próspero.